(En el contexto del curso de ilustración dictado por Gabriel Pacheco, dic. 2013)
Salir como permanecer
Lava roja como grieta de pared de edificio de departamentos. Estoy ahí sin estar. Me río de mi monstruo. Escalas, distorsiones y matices. Cielos que son mares, mares como babas espumantes. Antenas, chimeneas, tanques de agua. Lo viejo ¿se renueva? Paredes como jardines de musgos que chorrean. Chorrear, derretirse, exponerse, irse. Lo antiguo entreabierto pero velado. Fugarse por un agujero en forma de lava roja. Dormirse y no descansar. Hace tiempo que ya no es de noche pero atardece cada vez. Ventanas como agujeros, sombras como agujeros. Salir del agua del río, salís del agua y yo me río. Monstruo de la realidad que invento. Muta, se va corriendo, se esconde. Alberga bondades y terrores. Como animales que somos damos besos amargos dulcemente. Cuido al mismísimo árbol al que le doy miedo. Nada puede ser…entonces será todo. El fantasma de la naturaleza persigue, está al acecho detrás de jardines que crecen en las paredes del edificio que no se habita. La casa está vieja. Salir como permanecer. Y es esa bestia generosa que no deja de retenernos con su lengua lánguida y doble. Todo lo ocupa: el cielo y la tierra, la masa y el vacío, lo nuevo, lo perdido, lo blando, lo sólido, lo persistente y lo efímero. Todo lo ocupa un recuerdo. Todo lo ocupa el recuerdo, como una bestia buena que no sabe partir.
(En el contexto del curso de ilustración dictado por Gabriel Pacheco, dic. 2013)
(En el contexto del curso de ilustración dictado por Gabriel Pacheco, dic. 2013)
...
Llegará un tiempo en
que las esquinas, las veredas, las puertas, los recorridos, las estaciones, los
números no signifiquen.
El sol y el tiempo tienen mucho trabajo
Tengo
días muy malos ¿sabés?, que por lo general coinciden con los días de lluvia.
El día
siguiente al día malo es un día de culpa, o algo así, donde me reclamo haber
perdido el tiempo. Pero hay tiempos perdidos peores que otros, hablo de los
tiempos de la felicidad juntos, claro que en esos tiempos no sabíamos que
éramos felices (o al menos yo no lo sabía). Lo sé ahora. Todo tiempo que ha
pasado es irrecuperable, es una cierta frase hecha, y no todo tiempo pasado es
perdido o no todo tiempo perdido es mejor, bah, no importa.
Hoy,
día siguiente a un día terriblemente malo, intentaré separarme de la
melancolía. Ya no llueve, tal vez el sol ayude, el sol y el tiempo tienen mucho
trabajo. Saldré del departamento, tomaré el colectivo que me acerca a lo de una
amiga, tal vez el encuentro ayude. La escucharé, algo diré. Cada vez hablo
menos.
También
tengo días buenos… esos no los escribo.
Desierto
El piso
10 se transformó en un encierro, en un abandono.
Teníamos
una casa y ya no nos tenemos.
Me
preguntan si lloré delante tuyo cuando nos despedimos y respondí que sí
¿acaso
existe otra forma de despedirse?
El
llanto lava la cara pero no corre la tristeza.
Desde
acá se oye el agujero que habita mi estómago.
A
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