Adela
María
Regaba
las plantas con tachitos
con
agujeritos, (agujeritos que ella misma hacía).
Tendía
las sábanas sobre las matas de margaritas dobles.
Lavaba
la ropa con extracto de blanco
(que a
simple vista se percibía azul).
Lavandera,
tejedora, cocinera, labradora.
Incansable.
Puntual
para servir la mesa y dar la comida.
Tenaz
con la tierra que cultivaba.
Amorosa
con sus nietas y sus tres hijos varones.
Olía a
albahaca, uvas, harina y caramelos de ananá.
Tenía
la piel delicada y el carácter fuerte,
un mechón
negro sobre la frente en su melena plateada,
los cachetitos
redondos color rosa… siempre.
Tenía,
también, la generosa virtud de armar
los
ramos de flores más hermosos,
¡más
enormes!.
Tenía
la capacidad de saber eso,
eso
mismo que tanto deseábamos.
Y tenía
un gallinero
(sin
gallinas por los últimos tiempos)
Para
que nosotras transformemos en casitas.
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